Javier Errea: «El periodismo está muy por encima de tanto gurú, tanta moda… y de los propios periodistas»
El periodista y consultor Javier Erreapresenta el 17 de diciembre su primer libro El diario o la vida en el que anuncia una «defensa a tiros de los periódicos y el periodismo». Su estreno editorial es una selección con las mejores entradas de los cinco años del blog Erreadas, reunidas en 300 páginas. Otra bitácora convertida en libro. Presidente del Capítulo Español de la Society for News Design (SND) y autor del diseño y rediseño de numerosas publicaciones europeas y americanas, por los que ha recibido gran cantidad de premios, habla claro en esta entrevista enLa Huella Digital sobre el presente y el futuro del periodismo, una «función social imprescindible».
– Tu primer libro viene a confirmar que, no sólo no han muerto los blogs, sino que el periodismo está más vivo que nunca…
– No sabía que los blogs se habían muerto, o que se decía que habían muerto. ¿Sabes? Me hace gracia tanto pronóstico, sobre todo tanto pronóstico catastrofista. Que si los diarios impresos desaparecerán en 2020 o 2030 o lo que sea, que si los blogs ya no se llevan, que si el periodismo… Hay una necesidad frenética de estar a la última. De demostrar que estamos a la última, enterados. Y si no estás a la última estás muerto. No, ante este tipo de planteamientos me planto. El libro, modestamente, invita a muchos a plantarse de la misma forma. ¿Cómo va a estar muerto el periodismo? ¿A quién se le ha ocurrido semejante bobada? El periodismo está muy por encima de tanto gurú, tanta moda… y de los propios periodistas. Es una función social imprescindible que, de una u otra manera, no se va a dejar de practicar nunca.
– Se divaga mucho sobre el modelo de negocio de los diarios y apenas se debate sobre el modelo de contenidos. ¿Por qué?
– Porque lo difícil son los contenidos. Uno contrata consultores que te dicen cómo debe ser una sala de redacción. O que te rediseñan el periódico, impreso o digital. O que incluso proponen una estructura de secciones más o menos original. Pero los consultores rara vez se meten a trabajar en los contenidos porque los contenidos no responden a una receta ni a una fórmula mágica. Los contenidos, la manera de contar las historias, no es algo que pueda resolver un consultor en visita de médicos. Además, a los propietarios de los medios no les interesa el modelo de contenidos sino monetizar, como se dice ahora, lo que sea y a toda prisa. Hablar de contenidos es para ellos como hablar del sexo de los ángeles. Lo mismo que hablar de calidad. Sienten que es algo etéreo, inasible. Estúpido incluso de puro romántico. Y no se dan cuenta de que precisamente en los contenidos está la única oportunidad de rentabilidad y supervivencia a medio y largo plazo. Es cuestión de convicción: ¿te gusta o no te gusta este oficio? Si no te gusta, si no sientes pasión por él, vete a otra parte. Sobran mercadólogos y contadores (de euros), faltan contadores de historias.